
Con el fin de priorizar la Libertadores, Russo paró un equipo muletto que no tuvo un buen partido y cayó 2-1 ante Lanús. El granate se impuso con dos goles Orsini y descontó Wanchope. El Xeneize apuró en el final del juego pero no le alcanzó para llegar al tan ansiado empate que lo hubiese colocado con siete unidades en la tabla de su grupo. La copa que está en la cabeza de todo Boca y volverá a jugar el miércoles en Porto Alegre. No hay otra. Es la Copa Libertadores. Y se hizo evidente en la derrota 2-1 contra Lanús, en la que regaló un tiempo, cuando reaccionó ya era tarde y así sumó la segunda caída en el año. Y una detrás de otra.
A la luz de este resultado, Talleres cuenta con la posibilidad el próximo lunes en Rosario de seguir en la cima por un punto o sacarle dos o cuatro más ventaja al escolta Boca Juniors.