Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 30 noviembre, 2020

Cuando parecía que Boca y Talleres se aseguraban la clasificación, Orsini metió un gol agónico y dejó con vida a Lanús. En la última fecha, los tres se juegan todo el próximo finde.

Talleres respiraba profundo, tomaba aire con cierta mueca de felicidad. Parecía que ya estaba, que el partido acariciaba su fin y celebrarían los del Cacique Medina pero también los de Russo. Sin embargo, de golpe apareció él, el héroe sin capa que tiene el equipo de Luis Zubeldía: Nicolás Orsini, ese que venía de hacer vibrar al Grana hace apenas una semana en plena Bombonera, esa misma que ahora tendrá que comerse las uñas hasta el final.

Es que para seguir con chances de clasificarse a la Zona Campeonato, Lanús necesitaba sí o sí de un triunfo. En caso de empate, como pintaba el partido cuando ya se habían cumplido los 45 del segundo tiempo, la T y el Xeneize se aseguraban los primeros lugares y se enfrentarían en la última fecha solo para definir quién sería el dueño del Grupo 4.

¡Pero no! Orsini no lo permitió. En una de las últimas, aguantó como indica el manual del centrodelantero en el borde del área, descargó para Lucas Vera y fue a buscar la pared. Y ahí sí, mano a mano con Mauricio Caranta, no dudó en romperle el arco. Gol agónico y Lanús todavía en carrera.