Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 6 enero, 2021

Palmeiras aprovechó los errores de Armani y de Rojas, la infantil expulsión de Carrascal y no perdonó: goleó al equipo de Gallardo y lo dejó al borde de la eliminación de la Libertadores. Un golpe inesperado y durísimo.
River podrá quedar afuera de esta Copa Libertadores en semifinales -y seguramente así suceda-, pero no tendrá demasiado para reprocharse. Sí tal vez a Carrascal, un irresponsable al que por situaciones como las de ayer aún se lo ve tan verde como la camiseta de Palmeiras. Tal vez sí a Robert Rojas, que no escuchó a Gallardo el sábado a la salida de la cancha de Boca y todavía no tiene la inteligencia necesaria para ser el marcador central titular de este equipo. Tal vez a la directiva por cierta falta de astucia para evitar la merma de jerarquía que sufrió el plantel en los últimos tiempos, muy difíciles también por cierto. Por lo demás, qué se puede decir de un equipo que intentó desde el primer minuto y que no resignó su estilo ante el rival más difícil y mañoso y copero que enfrentó en esta edición de la Copa.

Hasta pudo haber ganado el partido River si de entrada tenía otra puntería. En todo caso, lo que se vio anoche fue la exageración total de las dos patologías que se podían identificar en el equipo: la ineficacia y la falta de solidez defensiva. En el primer tiempo el CARP dominó, impuso condiciones, tuvo situaciones clarísimas. Pero siempre dio la sensación de que una pérdida de pelota era medio gol de Palmeiras. Porque Rojas-Pinola (podemos adivinar que con Paulo Díaz el concepto no cambiaría) hoy no parece la zaga para ganar la Copa, pero sobre todo porque el conjunto de Abel Ferreira tiene en Roni, Scarpa y Adriano tres delanteros picantísimos que fueron un pesadelo para River.

La revancha se jugará en Brasil el próximo martes 12 y también será a partir de las 21.30 hora argentina. Las cuentas son fáciles. Si gana en Brasil por 3-0, forzará directamente los penales. Cualquier otro triunfo que consiga con tres goles de diferencia a favor, lo clasificaría a la final. Y, obvio, otro tipo de victoria lo dejaría afuera.