Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 11 febrero, 2021

En su debut en la Copa Argentina, el equipo de Gallardo venció 4-0 al humilde Depro, un equipo edificado desde la humildad y el laburo, puro orgullo, con futbolistas que se ganan el mango en doble turno, de romántica tarea made in Ascenso: empleados de ferretería, de kioscos, choferes como Milton Alvez, quien mereció convertir al menos un gol en el Sola, trabajadores del aserradero de Pronunciamiento. Un grupo que se hubiese ganado una ovación si la maldita pandemia hubiera permitido la presencia de público. El cuatro a cero parece mucho, y en algún punto sólo marcó la diferencia de categorías. Pero que no debe confundir a nadie en Núñez. Siempre contemplando en el contexto el desfase de categorías, el Muñeco pudo observar cómo se construyeron asociaciones en velocidad -previo al primer gol hubo 18 pases en 50 segundos- y de qué forma se respetaron los movimientos y la inteligencia creativa. Cómo los laterales profundizaron y Borré, goleador histórico del ciclo, comprendió su rol. Cómo Suárez está entre los pies delicatessen del fútbol nacional.