El ente supremo del fútbol a nivel mundial quiere volver más dinámico el juego, la FIFA empezó a analizar nuevas normas sino también a probarlas. El campo de experimentación para estas alternativas es The Future Cup, un certamen Sub 19 de carácter oficial que permitirá medir si lo que tienen en mente quienes manejan el fútbol puede ser beneficioso para el deporte. Una de las cinco medidas que analiza la FIFA es que los partidos dejen de durar 90 minutos y que, lógicamente, tampoco sean dos tiempos de 45. En el torneo en cuestión, los equipos disputan dos períodos de 30 minutos, aunque con otra particularidad. Cada vez que la pelota no esté en juego, el reloj se para. También la FIFA estaría probando que no haya límites en los cambios en los partidos, para que los entrenadores no tengan que analizar demasiado qué variantes realizar y puedan hacerlo cada vez que ellos lo dispongan. Por otro lado los laterales ahora se buscará que los futbolistas los realicen con el pie, como en un córner. Incluso, tanto en los laterales como en los tiros de esquina, ya no sería necesario que se la pasen a un compañero, sino que ellos mismos pueden salir conduciendo el balón y es completamente lícito. Por último, uno de los cambios que está midiendo en el certamen europeo es que las amonestaciones no sean una simple advertencia sino que su influencia en el juego sea todavía más drástica. Los futbolistas que reciben una amarilla tendrán que esperar cinco minutos afuera de la cancha para reingresar, por lo que dejará a su equipo momentáneamente con uno menos.

Se ha vuelto común que la FIFA proponga cambios y que los analice en acción, no sólo a través de la teoría. Esto no quiere decir para nada que estas variantes ya estén en vías de ser aprobadas, pero el hecho que se estén pensando nos lleva a recordar que en 100 años el fútbol sufrió muchos cambios. Entonces creer que el juego no tenga modificaciones en un futuro no muy lejano, resulta un tanto retrogrado de nuestra parte.