En los últimos diez años han sido muy pocos los partidos que se jugaron con público de ambos equipos y si bien muchos dirigentes dicen en voz alta que quieren el regreso de los visitantes, hablando especialmente de los equipos de la Liga Profesional, lo cierto es que puertas para adentro el discurso en varios casos es bastante distinto. River y Boca, más los rosarinos y la T son los principales opositores de esa idea. Es que estos clubes tienen la totalidad de sus respectivos estadios abonados, por lo que habilitar visitantes implicaría dejar socios que ya pagaron por su lugar, afuera de algún partido. La T, si bien no tiene todo el Kempes abonado, tiene la capacidad de jugar a estadio lleno. El único de los popularmente conocidos como «cinco grandes» es San Lorenzo, porque podría tener el espacio en su estadio y además porque Matías Lammens, como Ministro de Turismo y Deporte, fomenta el regreso de los visitantes. De todas maneras, hay algunos de estos clubes -varios del interior, por ejemplo- que suelen jugar a cancha llena y también tendrían que dejar hinchas afuera para recibir público del rival.

Los clubes de Avellaneda son un caso particular en esta discusión. El Rojo está mucho más cerca del «no» que del «sí» y el trasfondo tiene que ver con la interna de barras: una va a la cabecera Norte y la otra va a la cabecera Sur, por lo que si tuvieran que liberar un sector para los visitantes y unificar las dos populares, podría traer problemas. La Academia, en tanto, podría recibir visitantes sin tener problemas en la tribuna propia, pero tampoco está la seguridad de sumarse abiertamente al grueso de equipos que pregona el regreso de los visitantes.