Sabido es que Chiqui es devoto de la Difunta Correa y, previo al Mundial, visitó el santuario portando el trofeo de la Finalissima. Allí, cumplió con la promesa que había hecho previo a ese duelo ante Italia, como también lo había hecho cuando Argentina ganó la Copa América 2021. Así, ahora restaba que visite el mismo lugar de siempre, con el trofeo del Mundial en sus manos.

Tapia aprovechó su visita a San Juan para también reunirse con Sergio Uñac, Gobernador de la provincia. Después de ese encuentro y acompañado por el futbolista Exequiel Palacios, visitó el altar de Deolinda Correa y subió las escaleras portando la Copa mientras los presentes gritaban «¡Dale campeón!».

Poco después de haber cumplido con su promesa, el máximo dirigente del fútbol argentino compartió el momento en sus redes sociales con un especial mensaje: «La fidelidad, el amor y la lealtad se demuestran con acciones y no con palabras. ¡Acá estamos, una vez más!».