Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 8 mayo, 2023

Más peleado que jugado, River se quedó con la victoria en el clásico frente a Boca por unos a cero sobre la hora ante casi ochenta mil hinchas en el Estadio Monumental. Con un primer tiempo en donde hubo muchas infracciones con varias amarillas por infracciones en mitad de cancha, con River principalmente cargado de dichas tarjetas en cuatro de sus jugadores con excesivo fervor en la marca. Sin goles concluyó la etapa inicial, con alguna jugada aislada de peligro pero con el sabor a poco en cuanto al juego de un partido importante.

En los segundos cuarenta y cinco minutos la cosa no cambió tanto, pero el cansancio se hizo presente en el rendimiento de varios jugadores de ambos. Muy nerviosos en los movimientos ofensivos, había mucho miedo a perder de ambos equipos y fue la característica de todo el partido. Se rescatan dos o tres intervenciones de Romero para impedir que cayera su arco y alguna atajada de Armani, quien tuvo poco trabajo. En el final y cuando se jugaba el primer minuto de los cuatro que adicionó el arbitro, llegó el penal que luego Borja cambiaría por gol para el delirio de la multitud de River que veía un partido empatado transformado en triunfo. La polémica, el festejo desmedido e innecesario de Palavecino ante Romero luego del gol. Derivando en empujones, piñas patadas y seis expulsados empañando un partido que si bien fue pobre no merecía semejante bochorno de violencia. En contra cara, una vez concluido el juego los jugadores de River unidos festejando y Enzo Pérez trepado en la reja con los hinchas celebrando el que quizás sea su último clásico con la banda roja como jugador.