
Instituto ganó en la última jugada en la noche de Alta Córdoba dos a uno ante Lanús, en un partido con mucha tensión y bastante nerviosismo. La Gloria con el impulso de su gente y con un hombre más el tiempo necesario para ir por una victoria muy necesaria en la lucha por sumar y consolidarse en primera división.
Había arrancado mejor la Gloria en el juego y así se puso arriba en el marcador, tras esa mala salida por la falla en un pase del lateral derecho De la Vega. Los albirrojos pudieron haber aumentado la diferencia, aunque Franco Watson desperdició un mano a mano y el equipo cordobés no supo liquidar la historia antes. Después de empatarlo en un momento clave, sobre el final del PT, el Granate jugó con más soltura en el comienzo de la segunda parte. Juntó toques, movió bien la pelota, generó espacios. Aunque no lastimó. Y ya con 10, terminó replegado. La Gloria presionó alto, olió que podía ganarlo y lo ganó nomás. Con un golazo agónico de Adrián Martínez de espalda, giró y sacó un zurdazo pegado al palo y que hizo explotar en un desahogo al estadio.