
Boca se lo ganó a Independiente sobre la hora. Se lo dio vuelta 2-1 cuando lo tenía perdido. Pero en realidad, Boca se lo ganó a Boca. A su angustia, a esta crisis de cuatro partidos sin ganar que había experimentado, a estas dudas en las que venía navegando después de la victoria ante Inter en Brasil para acá. Por eso, este triunfo vale más que tres. Vale más que meterse en la pelea por el título a nivel local. El empate lo metió Soldano, tras 16 partidos sin convertir, justo cuando Russo lo piensa otra vez de titular para revertir la serie de la Libertadores. Y el triunfo lo hizo Cardona, con un golazo digno de su talento, de su magia, justo cuando Edwin era uno de los candidatos a salir contra Racing. Para un lado o para el otro, a Miguel le sirve como señales de esperanza para el partido que definirá el 2020.