Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 27 diciembre, 2022

Nuestra Selección Argentina finalmente ha logrado la impensada gloria máxima en Qatar, con el espectacular triunfo por penales ante Francia en el Lusail Stadium, luego de igualar 3-3 en los 120 minutos. Jugó un enorme partido hasta el descuento de Mbappé y no mereció sufrir. El haberse impuesto en la mejor final de la historia no hizo más que inyectarle épica a una conquista trabajada, sufrida, pero cargada de mística. Con una muy buena dosis de fútbol, sobrepasando la media de varias finales mundiales hasta aquí sin miedo a exagerar. Se trata de la tercera estrella para la Selección y la primera en el torneo para el astro rosarino que, a los 35 años logró su gran sueño como lo hiciera Diego Armando Maradona en México 1986.

Los dirigidos por Lionel Scaloni jugaron la definición con plena concentración y seriedad, al punto que los galos no patearon al arco en toda la primera etapa. Apenas un síntoma de la exhibición que regaló Argentina. Con presión asfixiante, incómoda hasta para los espectadores que temieron verse encima a Julián Álvarez, rompiendo la pantalla de TV en alguna de sus corridas. Con paciencia y toque. Con personalidad. Con el acierto táctico del DT de colocar a Di María, una pesadilla, sobre Koundé, por la izquierda. Con De Paul empujando. Con Enzo Fernández manejando los tiempos. Con Messi disfrutando, ya despojado del peso de las tensiones que se evaporó tras ganar la Copa América 2021 en el Maracaná.