Con una inmensa caravana, aún mayor que la que vista hacia San Nicolás en semifinales, los hinchas de Vélez coparon su sector en el estadio Madre de Ciudades. Pese a no haber podido ser campeones, los hinchas vivieron una gran fiesta en las tribunas y mostrando todas sus banderas dieron un marco espectacular a la tarde de domingo. Casi diez mil hinchas del fortinero, comandados por la famosa «Pandilla de Liniers» con sus bombos hicieron retumbar el amor por su club. Cabe resaltar que la situación de Vélez no venía siendo la mejor, porque clasificó con lo justo y cuarto en su zona, porque venía de pelear el descenso hasta el final del campeonato anterior, porque tuvo que hacer debutar a muchos juveniles a la fuerza dada una fuerte crisis económica. Por todo lo que se enumera aquí, es doble la felicitación hacia todo el pueblo velezano que jamás abandonó a su equipo.