Con poco más de mil doscientos kilómetros por recorrer, desde la ciudad de La Plata hasta la ciudad de Santiago del Estero, el apoyo popular de la gente de Estudiantes fue espectacular. En la semifinal ante Boca copando Córdoba, haciéndose presentes en gran número en el estadio Mario Alberto Kempes y en menos de una semana tener que hacer otro largo viaje se presentaba como un gran desafío al bolsillo del hincha pincha. Y en la final, casi quince mil hinchas dieron su aliento desde las tribunas del Madre de Ciudades.

Coronando un gran partido de fútbol, con muchos condimentos en el campo de juego y con un duelo de hinchadas atrapante la tarde se mantuvo apasionante. Finalmente los penales le dieron el campeonato a Estudiantes y los festejos en el estadio desataron la locura de los fanáticos hinchas del león de La Plata. Quienes volvieron a rememorar logros anteriores, desde los primeros nacionales, las libertadores, hasta este presente inolvidable.