Hinchadas Argentinas

Tomas Sanchez 17 octubre, 2024

La política siempre está en nuestro fútbol, sea visible u oculta de la opinión publica, juega siempre a la par de el cotidiano andar de la pelota y los jugadores. En 2023, a finales de año durante las elecciones de autoridades en Boca, se vieron pasacalles con la leyenda «Di Zeo 2023». La incursión tibia en la política del club de la ribera de un personaje tan vinculado a las tribunas y los paravanlanchas, sin duda generó una apuesta peligrosa en quienes manejan el poder. A principio del mes de mayo d este año, el Ministerio de Seguridad de la Nación oficializó para Rafael Di Zeo el veto para asistir a los estadios argentinos. Con el agravante que en el Boletín Oficial, el impedimento para ingresar a los estadios es por tiempo indeterminado.

Es la primera vez en la Argentina que se utiliza esa figura, Patricia Bullrich lo explicó en conferencia de prensa. Ya le había aplicado prohibición a Di Zeo durante la presidencia de Mauricio Macri, cuando le sacó la potestad a los clubes y el Ejecutivo se hizo cargo de restringir el acceso a los que consideraba indeseables y tuvieran un proceso judicial. Pero entonces lo sancionó por cuatro años, medida que se renovó durante el mandato de Alberto Fernández como presidente hasta que el líder de La Doce terminó absuelto en las dos causas que tenía en Tribunales: como instigador de un doble homicidio en la interna en 2013 y por encubrimiento agravado. Apenas pasó eso pudo volver a las canchas, en abril de 2023. Pero ahora, Bullrich y el director de Seguridad Deportiva de la Nación, Franco Berlín, van por más: como lo consideran reincidente, le aplican una sanción inédita.